El proyecto europeo Bio4Africa, del que CTA forma parte del consorcio, concluye tras cuatro años de trabajo promoviendo soluciones bio-basadas adaptadas a contextos rurales africanos. La iniciativa ha demostrado el potencial de transformar residuos agrícolas en nuevas fuentes sostenibles de ingresos, fomentando así la resiliencia económica de pequeños agricultores.

Como cierre del proyecto, se celebró en Bruselas una mesa redonda de alto nivel sobre políticas públicas, en la que participaron 28 delegados procedentes de ministerios africanos, universidades, la Comisión Europea y el consorcio de BIO4Africa. Durante el encuentro, se debatieron los principales desafíos legislativos que dificultan la adopción de tecnologías bio-basadas en países como Costa de Marfil, Ghana, Senegal y Uganda.
La organización AATF identificó más de 40 brechas políticas que limitan la implementación de estas soluciones innovadoras. Estos retos —y sus correspondientes recomendaciones— se recogen en cuatro informes de política pública desarrollados por el proyecto tras un proceso participativo que involucró a representantes del sector público, el ámbito académico, comunidades rurales y el sector privado.
“Más allá de la investigación, las innovaciones bio-basadas deben escalarse de manera que generen transformación. Los costes son críticos: las tecnologías tienen que ser asequibles y sostenibles a largo plazo”, afirmó Daniel Kyalo Willy, gerente sénior de AATF y presidente del panel.

Entre los temas abordados, se destacaron también retos urgentes como la presión demográfica, la deforestación o el desempleo juvenil. Los participantes coincidieron en la necesidad de fomentar la formación, el uso responsable de los recursos y, especialmente, el impulso a asociaciones público-privadas que faciliten la transferencia tecnológica.
En este sentido, Catherine Kilelu, directora de comunicación y alianzas en el African Centre for Technology Studies, subrayó que la bioeconomía no debe ser solo una agenda de investigación, sino también una agenda industrial con implicación directa del sector privado.
Durante el evento, también se destacó la importancia de la Agenda de Innovación UA-UE, como marco estratégico de cooperación entre la Unión Africana y la Unión Europea desde 2023. Jens Hoegel, responsable de cooperación internacional en la Comisión Europea, valoró positivamente los resultados del proyecto:
“BIO4Africa es un gran ejemplo de resultados tangibles que pueden ser aprovechados por responsables políticos e inversores.”
Con estas aportaciones, el proyecto BIO4Africa cierra su andadura sentando las bases para futuras reformas legislativas y estrategias nacionales y regionales de bioeconomía en África. La próxima etapa será la actualización de los informes de política y la elaboración de una hoja de ruta para el cambio normativo.