El proyecto europeo ZeroW, que arrancó en enero de 2022 con el propósito de desarrollar tecnologías para reducir los deshechos alimentarios (food waste) y la pérdida de alimentos (food loss), presentó sus resultados finales en una reunión conjunta con la iniciativa de investigación CHORIZO, durante una conferencia celebrada en Bruselas.
Klaus Berend, director de Seguridad Alimentaria y Sostenibilidad de la Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria (DG SANTE), responsable de la política de la UE en materia de seguridad alimentaria y salud, así como de supervisar la aplicación de la legislación correspondiente, abordó en su discurso de bienvenida el reto europeo del desperdicio alimentario y subrayó el firme apoyo de la Comisión Europea a proyectos como ZeroW y CHORIZO: “La colaboración entre sectores es fundamental para tener éxito en la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos”.
Unidos por un desafío común
CHORIZO analiza cómo las normas sociales influyen en el desperdicio alimentario, mientras que ZeroW impulsa innovaciones tecnológicas y colaborativas para reducirlo. Juntos combinan perspectiva social e innovación práctica para acercar a Europa a un futuro sin desperdicio.
La jornada combinó ponencias, sesiones paralelas y demostraciones de innovaciones de ZeroW y CHORIZO. Entre ellas destacó el ZeroW FLW Dataspace, una plataforma digital que facilita la colaboración en la cadena alimentaria para detectar ineficiencias y reducir el desperdicio. También se presentaron juegos educativos para escolares, nuevas soluciones de envasado y etiquetado más claros, y una app de planificación de comidas que ayuda a los hogares a evitar compras excesivas y aprovechar mejor los alimentos.

El papel de CTA
Dentro del proyecto ZeroW, financiado por el programa HORIZONTE 2020 con casi 12M€, la Corporación Tecnológica de Andalucía, representada por el consultor Jose Luís Gallego, ha coordinado el living lab 5, en el que también participan los socios españoles Grupo La Caña, IFAPA y MultiScan Technologies. Este laboratorio de innovación sistémica (SILLs, por sus siglas en inglés) se centra en el uso de la tecnología VIS-NIR para contribuir a reducir el desperdicio de alimentos no estéticos, también conocidos como ugly food, tanto en la producción como en la distribución minorista.