Puede que la tarjeta de presentación de Mesurex no ayude mucho al ciudadano de a pie a entender a qué se dedica realmente esta empresa malagueña. Fundada en 1996, se define como una «ingeniería que aplica la visión artificial y otros sensores de última tecnología para la medición, automatización y control de procesos y aplicaciones en los sectores industrial, aerospacial, defensa, seguridad, científico, ingeniería civil y geotecnia». Demasiados `palabros tecnológicos; mejor acudir a un ejemplo práctico.
La fábrica vasca de focos vitrocerámicos Eika acudió a Mesurex para mejorar su sistema de control de calidad, que hasta entonces se hacía de forma manual: los focos encendidos iban pasando delante de un operario, que controlaba visualmente si había algún fallo. El problema era que los trabajadores no podían mantener la vista fija en las hornillas incandescentes más de una hora seguida, pues su atención y su agudeza visual caían en picado. Su sistema de visión artificial, capaz de detectar automáticamente hasta una decena de fallos posibles, libró a los empleados de esta penosa tarea y redujo el porcentaje de fallos de los productos de Eika, lo que le permitió puntos cara a clientes como Bosch.
Con este ejemplo de lo que hace Mesurex se entiende mejor cómo la tecnología está provocando una nueva revolución industrial que está dotando a las fábricas de más eficiencia, flexibilidad y automatización. Es lo que se ha dado en llamar `industria 4.0.. La especialidad de esta ingeniería malagueña son sistemas de medición y control dotados de visión artificial tanto a través de luz visible como infrarroja o termográfica o de otros sensores de última tecnología para medir sin contacto temperatura, humedad, inclinación, velocidad… Con ellos, las fábricas pueden controlar procesos minimizando o eliminando la intervención humana. vención humana.
El producto estrella de Mesurex a día de hoy es RKS-300, un sistema de monitorización diseñado especialmente para los hornos rotatorios de la industria cementera que se ha instalado ya en la fábrica de La Araña, en Málaga, y en otra de Italcementi en Italia. Dentro de poco llegará también a México. Este sistema, que aúna `hardware y `software aporta «un gran avance» para esta industria puesto que optimiza el mantenimiento de la carísima maquinaria, según explica el director general de la compañía, Antonio Soler. Por eso lo han elegido como punta de lanza de su expansión internacional, que va a centrarse sobre todo en el país azteca, aunque también tienen actuaciones previstas en otros países como Sudáfrica.
Salto internacional
Con este salto internacional, Mesurex pretende crecer entre un 25 y un 30% en facturación este año, después de alcanzar 1.250.000 euros en 2015. También prevé aumentar su plantilla, formada ahora por 12 personas, con la contratación de un ingeniero y un especialista en marketing.
Para Soler, la clave del prometedor momento que vive ahora la compañía es haber invertido en I+D durante los últimos años, pese a la crisis. «Estamos bien posicionados en un momento en el que la industria tiene que apostar por la calidad. Y si se quiere mejorar, antes hay que medir. Para eso estamos nosotros», afirma. La compañía fue fundada en 1996, después de que Antonio Soler pasara siete años trabajando en California diseñando sensores y sistemas de visión artificial. «Me di cuenta de que aquí no había llegado aún la tecnología en la que me había especializado», apunta.
Mientras realiza esta apuesta por la internacionalización, Mesurex no descuida su negocio local y nacional. En Málaga trabaja habitualmente para Fujitsu, desarrollando sistemas de monitorización basados en la imagen que se usan, por ejemplo, para minimizar errores en el montaje de los frontales de los equipos de audio de los coches Toyota. También tiene entre su cartera de clientes a Airzone, a la ya mencionada Italcementi o a los Astilleros Mario López.
Fuente: Diario Sur