Indra, empresa CTA, anunció el pasado mes de noviembre una OPA sobre la empresa Tecnocom, empresa de servicios de tecnología, por la que pagará 2,55 euros en metálico y 0,1727 acciones de Indra por cada acción de Tecnocom, una oferta que, a fecha de 14 de marzo, cuando la CNMV aprobó la operación, valoraba a la compañía en 4,1 euros por acción, un 56% por encima de su precio medio de los últimos 12 meses.
La compañía estima que, a partir del primer año desde la finalización de la oferta, la integración de ambas generará una mejora en el beneficio neto por acción de al menos el 10%. El consenso de 23 analistas encuestados por FactSet espera que, tras esta operación, en 2019 Indra roce sus ganancias históricas, de 196 millones de euros que alcanzó en el año 2009. En concreto, la media de casas de análisis esperan que gane 186 millones ese año, en torno a un 5% por debajo de los niveles históricos.
Nicolás López, director de análisis de M&G, explica que «después de la mejora de márgenes, la empresa está iniciando un proceso para volver a crecer. La operación de Tecnocom es un ejemplo: abrir una nueva vía de crecimiento, especialmente en la parte del sector de pagos». En este negocio Tecnocom tiene mucho que aportar a Indra: fuentes del mercado destacan cómo la empresa tiene un producto propio especializado en servicios de pago, tanto para el sector financiero como el distribuidor, un mercado sin casi exposición para Indra.
La compañía, además, ha firmado recientemente un acuerdo con Técnicas Reunidas, para la prestación de servicios de consultoría y sistemas de información, con el fin de mejorar sus procesos operativos y acompañarla en su apuesta por la internacionalización.
Al mismo tiempo, continúa con su apuesta por la industria 4.0, con la implantación en la refinería que la petrolera Repsol tiene en A Coruña, de una tecnología capaz de detectar en pocos minutos y sin intervención humana pequeños volúmenes de hidrocarburos en la superficie marina. Se trata del Sistema de Detección Automática Temprana de Hidrocarburos (Heads), que las dos empresas terminaros de desarrollar en 2014 y que ya se encuentra operativo en la plataforma off-shore de Repsol en Casablanca y en las refinerías que esta tiene en Tarragona y La Pampilla, en Perú.
Fuentes: El Economista y Cinco Días.